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Engels Engels Textos y Obras
INDICE ALFABETICO
Carlos Marx
Federico Engels
Vladimir Illich Lenin
Jose Stalin
Mao Tse Tung
ENGELS
FREDERIC ENGELS
INDICE DE OBRAS
0000 Carlos Marx. Contribución a la Crítica de la Economía Política
1847 Principios del comunismo
1852 Revolución y contrarrevolución en Alemania
1862 El reciente proceso de Colonia
1868 Reseña del primer tomo de El Capital de Carlos Marx para el Demokratisches Wochenblatt
1871 Sobre la acción política de la clase obrera
1872 Contribución al problema de la vivienda
1872 Carta de Engels a Theodor Cuno
1873 De la autoridad
1873 Los bakuninistas en acción: Memoria sobre el levantamiento en España en el verano de 1873
1873 Carta de engels a Augusto Bebel
1874 El programa de los emigrados blanquistas de la Comuna
1876 Introducción a La Dialéctica de la Naturaleza
1876 El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre
1878 Carlos Marx
1878 La revolución de la ciencia de Eugenio Dühring Anti-Dühring
1880 Del socialismo utópico al socialismo cientifico
1883 Dialéctica de la Naturaleza
1883 Discurso ante la tumba de Marx
1884 El origen de la familia la propiedad privada y el estado
1884 Marx y la Neue Reinische Zeitung (1848-1849)
1885 Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas
1886 Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana
1888 El papel de la violencia en la historia
1894 Acerca de la cuestión social en Rusia
1894 La venidera revolución italiana y el Partido Socialista
1894 El problema campesino en Francia y Alemania
Engels : Introducción a La Dialéctica de la Naturaleza 1876
Las modernas Ciencias Naturales, las únicas, han alcanzado un desarrollo científico, sistemático y completo, en contraste con las geniales intuiciones filosóficas que los antiguos aventuraran acerca de la naturaleza, y con los descubrimientos de los árabes, muy importantes pero esporádicos y en la mayoría de los casos perdidos sin resultado; las modernas Ciencias Naturales, como casi toda la nueva historia, datan de la gran época que nosotros, los alemanes, llamamos la Reforma —según la desgracia nacional que entonces nos aconteciera—, los franceses Renaissance y los italianos Cinquencento [*], si bien ninguna de estas denominaciones refleja con toda plenitud su contenido. Es ésta la época que comienza con la segunda mitad del siglo XV.
Engels : El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre 1876
El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los especialistas en Economía política. Lo es, en efecto, a la par que la naturaleza, proveedora de los materiales que él convierte en riqueza. Pero el trabajo es muchísimo más que eso. Es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre.
Engels : Carlos Marx 1878
Carlos Marx, el hombre que dio por vez primera una base científica al socialismo, y por tanto a todo el movimiento obrero de nuestros días, nació en Tréveris, en 1818. Comenzó a estudiar jurisprudencia en Bonn y en Berlín, pero pronto se entregó exclusivamente al estudio de la historia y de la filosofía, y se disponía, en 1842, a habilitarse como profesor de filosofía, cuando el movimiento político producido después de la muerte de Federico Guillermo III orientó su vida por otro camino. Los caudillos de la burguesía liberal renana, los Camphausen, Hansemann, etc., habían fundado en Colonia, con su cooperación, la "Reinische Zeitung" 1; y en el otoño de 1842, Marx, cuya crítica de los debates de la Dieta provincial renana había producido enorme sensación, fue colocado a la cabeza del periódico.
Engels : La revolución de la ciencia de Eugenio Dühring Anti-Dühring 1878
El trabajo que sigue no es en modo alguno fruto de ningún irresistible impulso interior. Al contrario. Cuando, hace tres años, el señor Dühring lanzó inesperadamente un reto a su siglo, como adepto y, simultáneamente, como reformador del socialismo, varios amigos alemanes se me dirigieron repetidamente con el deseo de que ilustrara críticamente aquella nueva teoría socialista en el órgano central del partido socialdemocrático, que era entonces el Volkstaat. Estos amigos lo consideraban absolutamente necesario si se quería evitar nueva ocasión de confusión y escisión sectaria en el joven partido que acababa de unificarse definitivamente. Ellos estaban en mejores condiciones que yo para apreciar la situación alemana; por eso me ví yo obligado a prestarles fe.
Engels : Del socialismo utópico al socialismo cientifico 1880
El socialismo moderno es, en primer término, por su contenido, fruto del reflejo en la inteligencia, por un lado, de los antagonismos de clase que imperan en la moderna sociedad entre poseedores y desposeídos, capitalistas y obreros asalariados, y, por otro lado, de la anarquía que reina en la producción. Pero, por su forma teórica, el socialismo empieza presentándose como una continuación, más desarrollada y más consecuente, de los principios proclamados por los grandes ilustradores franceses del siglo XVIII. Como toda nueva teoría, el socialismo, aunque tuviese sus raíces en los hechos materiales económicos, hubo de empalmar, al nacer, con las ideas existentes.
Engels : Dialéctica de la Naturaleza 1883
El acto revolucionario con que la investigación de la naturaleza declaró su independencia y repitió, en cierto modo, la quema de las bulas por Lutero fue la edición de la obra inmortal con que Copérnico -que no tenía nada de temerario y que, además, se hallaba ya, por así decirlo, en su lecho de muerte- arrojó el guante a la autoridad eclesiástica en lo tocante a las cosas de la naturaleza. De entonces data la emancipación de las ciencias naturales con respecto a la teología, aunque el debate para deslindar las mutuas pretensiones llegue hasta nuestros mismos días y en ciertas cabezas aún no se haya ventilado del todo, ni mucho menos. Pero, a partir de entonces, el desarrollo de las ciencias comenzó a avanzar con paso gigantesco, ganando en fuerza, en la proporción del cuadrado de la distancia (en el tiempo) con respecto al punto de partida. Era como si se tratara de demostrar al mundo que, a partir de ahora, regía para el producto más alto de la materia orgánica, para el espíritu humano, la ley de movimiento inversa a la de la materia inorgánica.
Engels : Discurso ante la tumba de Marx 1883
Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto bajo la maleza idológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo. Pero no es esto sólo. Marx descubrió también la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él . El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas, mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto las de los economistas burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas.
Engels : El origen de la familia la propiedad privada y el estado 1884
Según la teoría materialista, el factor decisivo en la historia es, en fin de cuentas, la producción y la reproducción de la vida inmediata. Pero esta producción y reproducción son de dos clases. De una parte, la producción de medios de existencia, de productos alimenticios, de ropa, de vivienda y de los instrumentos que para producir todo eso se necesitan; de otra parte, la producción del hombre mismo, la continuación de la especie. El orden social en que viven los hombres en una época o en un país dados, está condicionado por esas dos especies de producción: por el grado de desarrollo del trabajo, de una parte, y de la familia, de la otra. Cuanto menos desarrollado está el trabajo, más restringida es la cantidad de sus productos y, por consiguiente, la riqueza de la sociedad, con tanta mayor fuerza se manifiesta la influencia dominante de los lazos de parentesco sobre el régimen social. Sin embargo, en el marco de este desmembramiento de la sociedad basada en los lazos de parentesco, la productividad del trabajo aumenta sin cesar, y con ella se desarrollan la propiedad privada y el cambio, la diferencia de fortuna, la posibilidad de emplear fuerza de trabajo ajena y, con ello, la base de los antagonismos de clase: los nuevos elementos sociales, que en el transcurso de generaciones tratan de adaptar el viejo régimen social a las nuevas condiciones hasta que, por fin, la incompatibilidad entre uno y otras no lleva a una revolución completa. La sociedad antigua, basada en las uniones gentilicias, salta al aire a consecuencia del choque de las clases sociales recien formadas; y su lugar lo ocupa una sociedad organizada en Estado y cuyas unidades inferiores no son ya gentilicias, sino unidades territoriales; se trata de una sociedad en la que el régimen familiar está completamente sometido a las relaciones de propiedad y en la que se desarrollan libremente las contradicciones de clase y la lucha de clases, que constituyen el contenido de toda la historia escrita hasta nuestros dias.
Engels : Marx y la Neue Reinische Zeitung (1848-1849) 1884
Cuando estalló la revolución de febrero [2], el "Partido Comunista" Alemán, como lo llamábamos nosotros, se reducía a un pequeño núcleo, a la Liga de los Comunistas, organizada como sociedad secreta de propaganda. La Liga era secreta única y exclusivamente a causa de que por aquel entonces no existía en Alemania libertad de asociación ni de reunión. Aparte de las asociaciones obreras del extranjero, en las que reclutaba sus afiliados, la Liga tenía en la propia Alemania unas treinta comunidades o secciones, además de diversos afiliados sueltos en muchas localidades. Pero esta insignificante fuerza de combate tenía en Marx un jefe de primera categoría, al que todos se sometían de buen grado, y además, gracias a él, un programa de principios y de táctica que conserva todavía hoy su validez: el Manifiesto Comunista.
Engels : Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas 1885
Con la condena de los comunistas de Colonia, en 1852 [2], cae el telón sobre el primer período del movimiento obrero alemán independiente. Hoy, este período se halla casi olvidado. Y sin embargo, duró desde 1836 hasta 1852 y se desarrolló, dada la gran difusión de los obreros alemanes en el extranjero, en casi todos los países civilizados. Más aún. El movimiento obrero internacional de hoy es, en el fondo, la continuación directa del movimiento obrero alemán de entonces, que fue, en general, el primer movimiento obrero internacional y del que salieron muchos de los hombres que habían de ocupar puestos dirigentes en la Asociación Internacional de los Trabajadores. Y los principios teóricos que la Liga de los Comunistas inscribió en sus banderas con el Manifiesto Comunista[*], en 1847, son hoy el vínculo internacional más fuerte que une todo el movimiento proletario de Europa y América.
Engels : Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana 1886
En el prólogo a su obra "Contribución a la crítica de la Economía política" (Berlín, 1859), cuenta Carlos Marx cómo en 1845, encontrándonos ambos en Bruselas, acordamos «contrastar conjuntamente nuestro punto de vista» —a saber: la concepción materialista de la historia, fruto sobre todo de los estudios de Marx— «en oposición al punto de vista ideológico de la filosofía alemana; en realidad, a liquidar con nuestra conciencia filosófica anterior. El propósito fue realizado bajo la forma de una crítica de la filosofía posthegeliana. El manuscrito —dos gruesos volúmenes en octavo— llevaba ya la mar de tiempo en Westfalia, en el sitio en que había de editarse, cuando nos enteramos de que nuevas circunstancias imprevistas impedían su publicación. En vista de ello, entregamos el manuscrito a la crítica roedora de los ratones, muy de buen grado, pues nuestro objeto principal: esclarecer nuestras propias ideas, estaba ya conseguido».
Engels : El papel de la violencia en la historia 1888
Apliquemos ahora nuestra teoría a la historia contemporánea de Alemania y a su práctica de la violencia a hierro y sangre. Veremos claramente la causa de que la política de hierro y sangre había de tener éxito temporal y de que deba hundirse por fin. En 1815, el Congreso de Viena[2] vendió y repartió Europa de tal manera que el mundo entero pudo convencerse de la incapacidad total de los potentados y los hombres de Estado. La guerra general de los pueblos contra Napoleón fue la reacción del sentimiento nacional de todos los pueblos que éste pisoteara. En recompensa, los príncipes y los diplomáticos del Congreso de Viena pisotearon aún con más desprecio este sentimiento nacional. La dinastía más pequeña valía más que el pueblo más grande. Alemania e Italia volvieron a ser fraccionadas en pequeños Estados. Polonia fue desmembrada por cuarta vez, Hungría seguía subyugada. Y no se puede decir siquiera que los pueblos hayan sido víctimas de una injusticia: ¿por qué lo admitieron y por qué saludaron en el zar ruso[i] a su liberador?