(del griego fainómenon: fenómeno, y lógoV: doctrina, tratado). Corriente idealista subjetiva fundada por Husserl; ha ejercido una gran influencia sobre la filosofía burguesa contemporánea. El concepto central de la fenomenología –la «intencionalidad» de la conciencia (su orientación hacia el objeto)– está destinado a sustentar el principio idealista subjetivo de que «no hay objeto sin sujeto». Los requisitos básicos del método fenomenológico son: 1) la reducción fenomenológica, es decir, abstenerse de formular juicios de cualquier clase que conciernan a la realidad objetiva y que rebasen los límites de la experiencia «pura» (o sea, subjetiva); 2) la reducción trascendental, es decir, el ver al propio sujeto del conocimiento no como un ser real, empírico, social y psicofisiológico, sino como conciencia pura trascendental. Las ideas de la fenomenología han servido de base filosófica al existencialismo (Max Scheler, Heidegger). Algunos filósofos burgueses (Sartre, Merleau-Ponty) oponen la fenomenología al materialismo dialéctico. Hay filósofos católicos (Edith Stein, Van Breda) que sintetizan fenomenología y neotomismo. Las conclusiones abiertamente idealistas e irracionalistas de la fenomenología han provocado una oposición en el seno mismo de la escuela fenomenológica, cuya ala izquierda procura mantener separada del existencialismo a la fenomenología, conservando sólo el imaginario «elemento racional» de la misma (Farber, en parte Roman Ingarden). El centro teórico de la corriente fenomenológica se encuentra en el archivo de Husserl, adjunto a la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica). |