(del latín «absolutus»: incondicionado). Concepto con que la filosofía idealista designa un sujeto eterno, infinito, incondicionado, perfecto e invariable, el cual es «suficiente en sí mismo», no depende de ninguna otra cosa, contiene de por sí todo lo existente y lo crea. Para la religión, lo absoluto es Dios; en Fichte, es el «Yo»; en la filosofía de Hegel, aparece como lo absoluto la razón universal (el espíritu absoluto); en Schopenhauer, es la voluntad; en Bergson, la intuición. El materialismo dialéctico rechaza la concepción no científica de lo absoluto. |